domingo, 26 de enero de 2014

Radiación solar y lesiones sobre la piel



     La piel protege al resto del cuerpo de los rayos solares (una fuente de radiación ultravioleta [UV] que puede dañar las células). Una sobreexposición al sol, aunque sea breve, produce quemaduras. Tras una prolongada exposición a la luz solar, la parte más externa de la piel (epidermis) se vuelve más gruesa y las células cutáneas productoras de pigmento (melanocitos) incrementan la producción del mismo (melanina), lo cual proporciona a la piel su color. La melanina, una sustancia protectora natural, absorbe la energía de los rayos ultravioleta y evita que éstos penetren más profundamente en los tejidos.

La sensibilidad a la luz solar varía según el origen, la exposición previa y el color de la piel, pero todo el mundo es vulnerable en algún grado. Como las personas con piel oscura tienen más melanina, son más resistentes a los efectos negativos del sol, como quemaduras, envejecimiento cutáneo prematuro y cáncer de piel. Los albinos no tienen melanina en su piel; en consecuencia, no se broncean y se queman gravemente incluso con una breve exposición al sol. A no ser que los albinos se protejan del sol, desarrollan cánceres de piel a temprana edad. Las personas con vitíligo tienen zonas de piel sin melanina y por consiguiente pueden padecer graves quemaduras solares. 




¿Qué es la radiación ultravioleta?

Su nombre proviene de que su rango empieza desde longitudes de onda más cortas de lo que los humanos identificamos como el color violeta. La radiación ultravioleta no es visible; sin embargo, muchas de las lámparas ultravioletas emiten anexamente parte de su luz en la zona lindante al espectro visible, con lo que se observan de un color violeta. El sol emite la radiación ultravioleta que se divide en tres categorías en función de la longitud de onda:
  • UVC - 100 a 290 nm
  • UVB - 290 a 320 nm
  • UVA - 320 a 400 nm

 

La radiación UVC
La radiación UVC es absorbida casi completamente por la capa de ozono y no afecta a la piel. La radiación UVC se puede encontrar en las fuentes artificiales como lámparas de vapor de mercurio o lámparas germicidas.

La radiación UVB
UVB afecta la capa externa de la piel, la epidermis, y es el principal agente responsable de las quemaduras solares. La radiación UVB la más intensa se emite entre las 10:00 y 14:00 horas, cuando la luz del sol es más brillante. Los rayos UVB también son más intensos durante los meses de verano, que es cuando una persona recibe el 70% de la dosis de rayos UVB anual. Rayos UVB no penetran el vidrio.

La radiación UVA
Hasta hace poco se pensaba que los rayos UVA tenían un efecto insignificante sobre la piel, pero ahora los estudios están demostrando que precisamente la radiación UVA es uno de los principales causantes del daño causado por el sol en la piel. Los rayos UVA son los que penetran más profundamente en la piel y funcionan de manera más eficiente. La intensidad de la radiación UVA es más constante que los rayos UVB, sin variaciones durante el día y el año. Los rayos UVA tampoco traspasan el cristal.

 

Efectos nocivos de los rayos UVA y UVB

Tanto la radiación UVA como UVB pueden causar daños en la piel tales como disminución de la inmunidad contra las infecciones, trastornos de la piel, el envejecimiento y el cáncer. A pesar de que científicamente se ha comprobado que es así, todavía no entendemos completamente el proceso. Algunos de los posibles mecanismos del daño en la piel causado por la radiación ultravioleta son la degradación del colágeno, la formación de radicales libres, la interferencia con la reparación del ADN y la inhibición del sistema inmunológico.

 

Destrucción del colágeno

Con el paso del tempo, las células fabrican cada vez menos colágeno, (a los 40 años fabrican la mitad de colágeno que a los 20) lo que produce el envejecimiento de nuestra piel. La radiación ultravioleta hace que el colágeno se destruya a un ritmo mayor que con la edad cronológica sólo. La luz solar daña las fibras de colágeno y causa la acumulación anormal de elastina. Cuando la elastina inducida por el sol se acumula, como la respuesta se producen en grandes cantidades unas enzimas llamadas metaloproteinasas. Normalmente, las metaloproteinasas son producidas por nuestro organismo precisamente para reparar el colágeno herido por los rayos solares, sin embargo, la sobreproducción de las metaloproteinasas a menudo se colapsa y da lugar a la formación de las fibras de colágeno defectuosas conocidas como cicatrices solares. Cuando este proceso de reconstrucción imperfecta se repite una y otra vez, se desarrollan las arrugas y otros defectos y afecciones cutáneos.

Muerte celular - la apoptosis

La última línea de defensa de nuestro sistema inmune es un proceso llamado apoptosis. La apoptosis es en realidad el suicidio celular - las células gravemente dañadas se autodestruyen para no convertirse en cancerosas. Este proceso lo observamos cuando una piel se pela después de sufrir las quemadura del sol. Hay ciertos factores, incluyendo la exposición a los rayos UVA, que pueden entorpecer esta muerte celular necesaria, permitiendo que las células afectadas continúen dividiéndose y se conviertan en cancerosas.

 

Cambios en la textura de la piel causados por el sol

Exposición a rayos UV provoca alteraciones del grosor de la piel - un engrosamiento o un adelgazamiento, en función del tipo de la piel. Por ejemplo, el engrosamiento de la piel se puede observar en las arrugas profundas en la parte posterior del cuello –el grosor de la piel es tal que esas arrugas no desaparecen ni siquiera cuando la piel se estira. Otro ejemplo del engrosamiento de la piel causado por la exposición al sol es la elastosis – una afección que da a la piel una apariencia correosa, deteriorada, de color amarillento. La elastisos es frecuente en las personas que pasan mucho tiempo el aire libre, expuestos al sol directo, como los granjeros o marineros. Otro efecto común de la exposición UV es el adelgazamiento de la piel – la piel se vuelve frágil, propensa a tener las arrugas finas, moretones fáciles y agrietamiento.

 

Cambios en los vasos sanguíneos causados ​​por el sol

La radiación ultravioleta hace que las paredes de los vasos sanguíneos se vuelven más delgadas y quebradizos, lo que conlleva la aparición fácil de los moratones, provocados por el menor traumatismo. Es sabido que la mayoría de los moratones fáciles se produce en la piel dañada por el sol: el dorso de las manos y en las partes exteriores de los antebrazos y los brazos – no en su parte interior, menos expuesta al sol. El sol también provoca la aparición de telangiectasias (también llamados arañas vasculares o varices) – las dilataciones de capilares pequeños y de los vasos superficiales, lesiones de color rojo brillante de 1-4 mm de diámetro que palidecen a la presión. Pueden observarse en las piernas, brazos, tórax, cuello, cabeza, cara, mucosas nasofaríngeas y bucales. Generalmente no presentan un problema de salud grave; sin embargo, algunas sangran y causan problemas significativos. Las telangiectasias también se pueden presentar en el cerebro y causar problemas muy serios por el sangrado.

 

Cambios en la pigmentación de la piel causados por el sol

El cambio más notable en la piel inducido por el sol es el léntigo solar, o pecas. Personas de piel clara tienden a tener más pecas. Una peca aparece cuando los melanocitos (las células responsables de la pigmentación de la piel) reaccionan a la agresión solar empezando a producir unas cantidades extra de melanina (sustancia causante de la pigmentación de la piel) que forma un punto oscuro en la piel. Las pecas grandes o léntigo, también conocidos como “manchas de la vejez”, “manchas del sol” o “manchas del hígado”, a menudo se pueden ver en el dorso de las manos, pecho, hombros, brazos y espalda. En realidad, estas manchas oscuras no son relacionados con la edad, sino con el daño provocado por la radiación solar. Exposición a los rayos UV también pueden causar las manchas blancas o vitíligo - una enfermedad degenerativa de la piel en la que los melanocitos mueren, dejando así de producir melanina en la zona donde ha ocurrido la muerte celular.

Radicales Libres

La radiación UV es uno de los mayores creadores de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas de oxígeno inestables que sólo tienen un electrón en lugar de dos. Estos radicales recorren nuestro organismo intentando "robar" un electrón a las moléculas estables, con el fin de alcanzar su estabilidad electro-química.

Una vez que el radical libre ha conseguido robar el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células. La vida biológica media del radical libre es de microsegundos; pero tiene la capacidad de reaccionar con todo lo que esté a su alrededor provocando un gran daño a las moléculas y a las membranas celulares. Los radicales libres originan las arrugas y causan cáncer, cambiando el material genético, ADN y ARN, de la célula.

 

Interferencia en la reparación del ADN

La radiación UV puede afectar a las enzimas que ayudan a reparar el ADN dañado. Se están realizando estudios que buscan el papel de una enzima específica llamada T4 endonucleasa 5 (T4N5) en la reparación del ADN.

 

Efectos de la radiación solar en el sistema inmunológico

Nuestro cuerpo tiene un sistema de defensa para acotar el desarrollo de células cancerosas. Esta sistema de defensa incluye los glóbulos blancos llamados linfocitos T o células T que ocupan la mayoría del espacio intracelular y son responsables de desarrollar todas las formas de respuestas inmunes. Cuando la piel está expuesta a la luz solar, libera ciertas sustancias químicas capaces de suprimir estos glóbulos blancos.

Los tumores en la piel causados por el sol

La radiación ultravioleta causa los tumores benignos y malignos en las áreas expuestas al sol - por ejemplo, lesiones precancerosas llamadas queratosis actínicas que se desarrollan especialmente en la cara, orejas y dorso de las manos. Las queratosis actínicas son pequeñas protuberancias con costras, que a menudo se pueden sentir al tacto antes de que se puedan ver. Las queratosis actínicas se consideran como lesiones precancerosas, porque 1 de cada 100 casos al año se convertirá en el cáncer de la piel - carcinoma de células escamosas. Exposición a los rayos UV también causa queratosis seborreicas - una forma benigna de un tumor cutáneo con apariencia de una verruga. En contraste con la queratosis actínica, queratosis seborreicas no se convierten en cancerosas.

Cáncer de piel causado por el sol

La capacidad de la radiación solar para provocar lesiones precancerosas y cáncer de piel es un hecho bien conocido. Los tres principales tipos de cáncer de piel son el melanoma, el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. El melanoma es el cáncer de piel que más muertes causa, ya que crea metástasis con mayor facilidad que los otros tipos de cánceres de piel. Se cree que la cantidad de exposición de la piel al sol antes de los 20 años es el factor de riesgo determinante para el melanoma. El carcinoma de células basales es el cáncer de piel más común y tiende a ser local, las metástasis con raras. El carcinoma de células escamosas es el segundo cáncer de piel más común, las metástasis son posibles, aunque son menos frecuentes que en el caso del melanoma. El riesgo de tener el carcinoma de células basales o carcinoma de células escamosas se determina por la exposición de una persona a la radiación UV a lo largo de su vida.

Mejor prevenir que curar! recomiendo que se expongan a sol solo en los hs permitidos y asi y todo colocarse protector solar!! 


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