La zona de confort, es el conjunto de todos aquellos lugares físicos o psicológicos en los que nuestra mente se siente segura, cómoda y protegida.
Es un concepto subconsciente que ha sido creado por la humanidad a través de muchos (pero muchos) años de evolución, y que en tiempos de antaño se sabe que funcionaba a la perfección.
Sin embargo, por estos días se considera un mecanismo natural obsoleto, algo de lo que es mejor librarnos o al menos superar.
Es algo que nos detiene de actuar y nos hace sentir cosas como pereza, letargo y dejadez. Sencillamente cuando procrastinamos (o postergamos en) nuestras tareas, lo que ocurre es que nos estamos queriendo mantener, dentro de la zona de confort.
Para cada persona, la zona de confort (ese lugar hipotético) es diferente; cada uno de nosotros concibe lo que es normal, cómodo y placentero de forma única, por lo que no todos cuentan con una zona de confort del mismo “tamaño”.
A su vez, es posible que esa zona de confort disminuya o aumente su capacidad, dependiendo de las cosas que hagamos o dejemos de hacer, y todo, debido a que es nuestra mente, la que con su Formación Reticular, se vuelve adicta cada vez más a ciertos caminos neuronales.
Consejos para ir saliendo de la Zona de Confort
HAZ UNA LISTA DE LO QUE NO TE GUSTA. Esas barreras entre las que se encuentra la zona de confort, muchas veces están definidas en las personas simplemente por lo que “les gusta” y lo que “no les gusta”. Seguramente lo que no te gusta está fuera de tu zona de confort. Así que empieza por ahí. Haz una lista de las cosas que, supuestamente, no te gustan. Cuidado, seamos lógicos, hay cientos de cosas que seguramente no te gustan pero no tenemos que obligarnos por ese motivo. Por ejemplo, si no te gusta el humo del tabaco o Mariano Rajoy, es absurdo que lo pongas en esta lista! Has de poner cosas que tengan que ver con actitudes que quisieras cambiar o cosas que quizá, de primeras no te reporte ningún beneficio cambiarlas pero te sea beneficioso hacerlo con el único fin de empezar a salir de esa zona de confort. Lo que decía en el beneficio número 2 del anterior post: entrar en zona de aprendizaje en un entorno controlado y manejable. Por ejemplo, imagina que “no te gusta” estar rodeada/o de niños. Quizá rodearte de ellos no te va a aportar ningún beneficio per se en tu camino hacia el éxito, pero sí puede ser una estrategia excelente para empezar a salir de tu zona de confort. Bájate al parque, acude con tu hermano a recoger a los niños al colegio, etc.
- HAZ LO DE SIEMPRE, DE FORMA DIFERENTE. Realiza tus actividades o tareas de un modo diferente: Escoge un camino distinto al trabajo, o un medio de transporte diferente. Utiliza sistemas operativos o programas que no has utilizado antes. Ve a un restaurante diferente del de siempre. Sé vegetariano o vegetariana durante una semana. Si tienes “manias” o un método específico de hacer ciertas cosas, cámbialo durante un par de semanas. Duerme en el otro lado de la cama. En fin, hay miles de cosas habituales que podemos cambiar para salir de esas pequeñas zonas de confort que nos limitan.
- CAMBIA TU PARADIGMA “HACEDOR/PENSADOR”. Este es complicado, lo reconozco. Veamos. Si eres la típica persona que siempre le esta dando vueltas a las cosas, reflexionando pero no llegando a conclusiones, pensando constantemente, intenta estar una semana haciendo cosas y actividades, no pares en casa. Llena tu agenda hasta arriba y de paso aprovecha para hacer todas esas cosas que has ido posponiendo como ir a lavar el coche o comprar la lámpara del salón o quedar con esos amigos o hacer ejercicio en el parque o ¡todo lo anterior!. Y si eres al revés, si eres una persona de acción, constantemente ocupada, de esas que aprovechan un momento en el coche para enchufarse al móvil porque si no, no les da tiempo, y hacer las llamadas de rigor, de esas personas que nunca se las pilla en un momento tranquilo, en casa, haz lo contrario. Pospón todo lo que no urja durante una semana y sosiégate, pasa todo el tiempo que puedas en casa o sal a dar vueltas por el campo, o tómate tu tiempo para pensar y reflexionar. Por cierto, este consejo es aplicable a toda conducta, es decir, si, por ejemplo, sales a diario, intenta “hacerte un hermitaño”; si eres medio hermitaño, intenta acudir a todos los eventos que puedas. Si eres muy tímido, intenta iniciar una conversación y si sueles ser el centro de atención, intenta dejar de serlo. Si sueles tomarte tu tiempo para decidir, intenta tomar alguna decisión basada en tu intuición, y al revés. Sé que este consejo, o tip, requiere un gran esfuerzo y es muy difícil. Pero recuerda que no se trata de que cambies tu forma de ser. Es sólo una prueba, durante una semana. Quizá encuentres algo en esas nuevas conductas que te abra la mente a nuevas interpretaciones de tu mundo y encuentres algún beneficio en ellas y sobre todo, también te ayudará a simplemente, ver tu propia vida desde nuevas perspectivas.
- APRENDE ALGO NUEVO. Un idioma, hacer un curso de cocina, de programación o de encaje de bolillos. Algo que quizá siempre quisiste hacer pero siempre tuviste una excusa para no hacerlo. Asegúrate de que es algo que realmente te apetece, no te apuntes a clases de ganchillo porque sea lo único disponible. Hay miles de cursos de distintas materias, presenciales y online, más teóricos o más prácticos. Busca el que más se ajuste a tus gustos y, por qué no, a lo que necesitas para conseguir tus objetivos! Siempre y cuando exista motivación verdadera,todo lo que aprendemos no sólo nos aporta conocimiento sino que además también nos estimula intelectual y psicológicamente. Recuerda que todo lo nuevo que aprendes, está creando nuevas conexiones y redes neuronales y eso te hace más creativo o creativa, más inteligente, y te proporciona apertura mental. Dentro de este mismo paso, he de hacer mención especial a la lectura. Intenta que no sean lecturas de best sellers, sino lecturas que te hagan reflexionar y expandir tus horizontes. En mi web hay un listado de muchos libros, aunque si no te interesan, siempre puedes pedir consejo a alguien o a tu librero.
- CONOCE LUGARES NUEVOS. Visita lugares diferentes. El contacto con lo nuevo estimula nuestras conexiones neuronales. Viajar y explorar, ya sea a la vuelta de la esquina o la vuelta al mundo, facilita que conozcamos a otras personas, otros puntos de vista, y enriquece nuestra persona a través de nuevas experiencias y conocimientos. Expande nuestra zona de confort. Si ves siempre el mundo desde la puerta de tu casa, es lógico que tu panorámica sea limitada y que tus ideas estén anquilosadas. Dijo Mark Twain que “viajar es letal para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente. Una perspectiva amplia, robusta y caritativa de la humanidad y de las cosas no se adquiere vegetando en un pequeño rincón sin movernos”. Y recuerda, nunca pierdas la capacidad de sorprenderte…
Algunas de las experiencias que vas a tener al salir de esa zona de confort resultarán grandiosas y algunas resultarán desafortunadas, pero eso no importa. Lo importante es que si quieres mejorar tu vida considerablemente, tú mismo o tú misma te obligarás en un momento u otro de tu vida a salir de esa zona de confort. De hecho, ya lo estás haciendo por el simple hecho de leer este artículo. Ya estás empujando esos límites, esos bloqueos mentales que te dicen que no hagas nada diferente. Simplemente leer esto, ya tiene un gran significado: que has tomado conciencia de que hay algo que no te satisface y quieres cambiarlo, mejorarlo. Ese es el primer gran paso en toda superacion.
video explicativo:
http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=RSUykLfEmVE
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